La corrupción nace en la casa
Porque hay unos padres que cuando sus hijos llevan algo que no es ellos sus
padres no preguntan de quién es ese objeto; también se toleran faltas de
respeto que implican desobediencia, mentiras y manipulaciones de las
personas.
“A veces, los padres acostumbran a sus hijos a no tener escrúpulos y los
apañan en todas sus cosas. No entienden que si no los educan
adecuadamente, pueden estar creando a futuras personas corruptas”
La conducta de un menor se empieza a formar entre los seis y ocho años, y es
entonces cuando deben ser receptores de valores, buenos principios y
responsabilidades.
“Si enseñamos a mentir, a ofrecer coimas, a no respetar los límites o no cumplir
con las normas de la casa, el menor se forjará sin valores y estará dispuesto a
hacer siempre su voluntad”, señaló Urrutia a Trome.